martes, 31 de enero de 2012

"UFA! No tengo tiempo para nada! Me la paso en el colegio, después tengo que ir al club, los profes se creen que no tengo vida afuera del colegio y nos llenan de tareas y de pruebas! Mis papás me dicen que estoy re vago, que me la paso en la compu o escuchando música y no hago nada en casa, no ven que no tengo tiempo para nada? Qué mal humor! y ni siquiera me dejan estar de mal humor que ya me están diciendo de todo!
Cuando quiero salir el finde, quiero divertirme haciendo la previa antes de ir a bailar: Un par de veces se me fue la mano, mezclé mal y me puse en pedo mal; mis viejos se pusieron del tomate, creen que estoy enfermo, dicen que estoy re mal, que por qué si tengo todo lo que necesito."
Tu hijo, mi  hija, cualquier adolescente puede haber dicho esto...
Los vemos desganados, nada les interesa, no saben qué quieren hacer después del colegio, están siempre de mal humor, o estresados, sobre exigidos en el colegio, no tienen tiempo ni para sentarse a comer con nosotros; cuando tienen  tiempo libre no quieren hacer nada. Salen, toman muchísimo, y se acuestan a las 7 de la mañana,  entonces el domingo están destrozados.
Pero si les damos todo! Tienen una familia, un papá y una mamá que se hacen cargo, van al colegio, no tienen responsabilidades más que estudiar, no valoran nada! y aunque pensamos que 'todos pasamos por esa etapa, mal que mal sobrevivimos', nos queda un saborcito amargo, y una inquietud...


En EUREKA pensamos que a nuestros hijos, igual que a muchos de nosotros, les falta Silencio. Ese silencio que permite un insight fundamental para conocerse, para escucharse, para quererse y valorarse. Nadie puede valorar si no se valora, nadie puede valorarse si no se conoce. 
Nuestros hijos pueden ser resilientes de un sistema educativo exitista, un sistema que valora lo académico e intelectual por sobre otras capacidades, un sistema hecho a medida del capitalismo, un sistema que califica en vez de estimular, un sistema que exige tanto que no da tiempo para simplemente estar, en silencio...