El Propósito Interno del Viaje de tu Vida

El Viaje de tu Vida tiene un propósito externo y otro interno.
El propósito externo es llegar a una meta, lograr lo que decides hacer, lo que por su puesto, implica futuro. 
Pero si tu destino, o los pasos que vas a dar en tu futuro, absorben tanto tu atención que se vuelven más importantes que el paso que estás dando ahora, entonces te perdés completamente el propósito interno, que no tiene nada que ver con a dónde vas o con qué estás haciendo, sino con cómo. No tiene nada que ver con el futuro, sino con la calidad de tu consciencia en este momento.
El propósito externo pertenece a la dimensión horizontal del espacio y el tiempo; el propósito interno concierne a una profundización de tu Ser en la dimensión vertical del Ahora sin tiempo.
Tu viaje externo puede constar de un millón de pasos; tu viaje interno sólo tiene uno: el paso que estás dando ahora mismo.
Cuanto más profundamente consciente sos de ese único paso, te das cuenta de que ya contiene en sí mismo todos los demás pasos como el destino.
Este único paso te habrá llevado al Ser y la luz del Ser brillará a través de él. Este es a la vez, el propósito y el logro de tu viaje interno, el viaje hacia ti mismo.
Después de haber logrado tu propósito interno, el propósito externo es solamente un juego que podés seguir jugando simplemente porque te divierte. 
A veces, se fracasa en el propósito externo al mismo tiempo que se triunfa en el propósito interno. O al revés, que sería riqueza exterior y pobreza interior, "ganar el mundo y perder su alma", como dijo Jesús.

Cuando hayas visto las limitaciones de tu propósito externo, renunciarás a la expectativa irreal de qué debería hacerte feliz, y lo subordinarás a tu propósito interno.

(adaptado de EL PODER DEL AHORA, Eckart Tolle)